jueves, 28 de mayo de 2009

Concierto para violoncello y orquesta en Do Mayor de Haydn

Con sus movimientos “Moderato – Adagio - Allegro” el concierto para violoncello probablemente haya sido compuesto en 1761 o 1762 y estrenado por el violoncellista Joseph Franz Weigl con la orquesta de Esterházy en Eisenstadt, Austria.

Hasta hace relativamente poco tiempo se creyó que Haydn [compositor de incontables sinfonías, cuartetos para cuerdas y sonatas para piano] había producido sólo un puñado de conciertos. Desde la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, se han descubierto casi dos docenas de conciertos más. El Concierto para Violoncello en Do mayor es una de esas obras.En 1761 Haydn dejó atrás diez años de trabajo como compositor independiente para entrar en la corte del príncipe Anton Esterházy, donde permaneció durante alrededor de tres décadas. El príncipe empleaba una orquesta residente que era considerada grande: inicialmente tenía 11 intérpretes adicionales del personal militar del príncipe y de las iglesias locales. Aprovechando estos recursos y el entusiasmo del príncipe por la música, Haydn aumentó el número de la orquesta a 28 intérpretes de instrumentos, que incluían pares de flautas, oboes, fagotes, trompetas e intérpretes de corno.Haydn se sintió impresionado por la calidad de los músicos de Esterházy y comenzó a componer conciertos para ellos. El concierto para cello en Do fue una de las primeras de esas obras. Él la escribió para Joseph Franz Weigl, un violoncellista y compositor empleado en la “Esterháza” entre 1761 y 1769.En algún momento una copia del concierto llegó a la biblioteca del conde Kolowrat de Praga, a quien le gustaba coleccionar conciertos para violoncello. Tenía alrededor de 30 de ellos copiados para que los interpretara su orquesta residente. El conde, como la mayoría de los entusiastas de la música de auqellos días, se preocupaba mucho por contar con las últimas composiciones, pero jamás se le ocurrió lo importante, que era preservar la música para la posteridad. La obra no se publicó y cuando dejó de tener el atractivo de la novedad, desapareció. Todo lo que se sabía de ella era que aparecía en un catálogo de sus composiciones que Haydn comenzó en 1765. Durante dos siglos se creyó que el concierto (más posiblemente otro concierto en Do mayor para cello que también aparece en la lista del catálogo) se había extraviado. Todavía en 1937, Anthony van Hoboken, en su monumental catálogo de Haydn, lo incluyó en una lista como otra perdida. Pero de hecho, la música se había conservado en bibliotecas privadas de Praga.El otro concierto en Do jamás salió a la superficie. Su tema de la apertura, que aparece en la lista del catálogo de Haydn, es lo suficientemente parecido al del concierto que tratamos como para que los estudiosos sospechen que ambos deben haber sido versiones diferentes de la misma obra. Ninguno de los dos debe ser confundido con el Concierto para Violoncello posterior en Re mayor, compuesto en 1783 y que nunca se perdió.Después de la Segunda Guerra muchas colecciones privadas de Checoslovaquia fueron confiscadas por el gobierno y llevadas a la biblioteca nacional. Fue allí, en 1961, donde el musicólogo Oldrich Pulkert descubrió el concierto. Los estudiosos de Haydn rápidamente establecieron su autenticidad y su estreno moderno fue dado por el violoncellista Milos Sádlo y la Orquesta Sinfónica de la Radio Checoslovaca dirigida por Charles Mackerras, el 19 de Mayo de 1962.Esta obra temprana ( contemporánea de las Sinfonías 6, 7 y 8 ) ya muestra que Haydn es un maestro de la escritura instrumental. La parte del solo de cello es completamente idiomática. El concierto refleja la forma ritornello del concierto barroco así como la estructura naciente de la forma sonata-allegro. Igual que en el concerto grosso barroco, el conjunto que acompaña es pequeño: cuerdas, dos oboes y dos cornos. Es posible que Weigl fuera el único violoncellista de la orquesta Esterházy cuando Haydn compuso el concierto, ya que hay una sola línea de violoncello en la partitura, marcada alternativamente “solo” y “tutti”. Sin embargo, también hay una línea de basso continuo que pudo ser interpretada por cualquier otro violoncellista o por Haydn mismo en el clave, o por un intérprete de contabajo.El virtuosismo del solista es aprovechado tan pronto como el cello hace su entrada. Después de la introducción orquestal, el solo del instrumento interpreta el tema de la apertura con acordes plenos que utilizan las cuatro cuerdas. El virtuosismo se desarrolla aun más en el uso de notas rápidamente repetidas, la gama de agudos y los contrastes veloces del registro. Haydn confió a su solista una cadenza hacia el final del primer movimiento.En el movimiento lento (orquestado sin vientos) el violoncello hace su entrada dramáticamente con una nota larga, tocando mientras las cuerdas de la orquesta vuelven a abordar el tema de la apertura. Dos compases más tarde el cello continúa imitando esta melodía. A Haydn le gustaba este gesto: dentro del movimiento, varias veces el violoncello hace su entrada sobre una nota sostenida. Este movimiento, como el primero, requiere una cadenza hacia el final.El final airoso y cordial también hace que el violoncello entre con una nota larga, después de una introducción orquestal extensa. Tras interpretar ese tono, el cello parece quedar atrapado en el mismo y regresa a él una y otra vez. Este es un ejemplo temprano del ingenio travieso de Haydn. En este movimiento se explota el virtuosismo del instrumento solista, especialmente en los pasajes donde el violoncello alterna entre tonos bajos y altos, de modo tal que parece que dos instrumentos interpretan un contrapunto. Haydn utiliza varias veces la entrada de notas sostenidas, la última de las cuales es un Sol muy agudo y penetrante.

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